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El nacimiento del psicoanálisis esta situado aproximadamente entre los años 1900-1910, siendo Sigmund Freud su fundador (1856-1939).
Freud estudió en Viena medicina especializándose en neuropatología, concretamente en la parálisis infantil y en los problemas del lenguaje como la afasia.
Su paso a la psicopatología se produjo cuando conoció a Jean-Martín Charcot, médico especializado en enfermedades nerviosas, que practicaba la hipnosis para curar a las enfermas de histeria en el Hospital de Salpetriere de París. El Gobierno francés le concedió una beca a Freud para ir un año a estudiar en París y fue allí donde pudo observar cómo unas mujeres paralíticas con un síndrome histérico, se levantaban durante las sesiones de hipnosis de Charcot. Comprobando así la existencia de un nivel mental que sigue funcionando en el inconsciente, incluso estando bajo los efectos de la hipnosis. Freud investigo la mente por medio de la exploración clínica, buscando los orígenes ocultos de la conducta humana en el inconsciente, en los residuos primitivos de la infancia y de la evolución
Junto a Joseph Breuer, quien era un reputado médico y fisiólogo que trató por primera vez en 1880 a una paciente cuyo caso representa el inicio de la historia de la terapia psicoanalítica, se la llamó Ana O, presentaba síntomas histéricos, principalmente algunas parálisis de poca importancia y dificultades para hablar y escuchar, tras haberla tratado durante un tiempo Breuer se percató de que se producía un cierto alivio de los síntomas cuando la paciente, al entrar en un estado de auto hipnosis, hablaba acerca de sus síntomas recuperando recuerdos olvidados que habrían sido la causa de tales síntomas. En cierto sentido Ana O inventó la psicoterapia, ya que el suyo fue uno de los casos, entre otros descritos en el siglo XIX, en el que las pacientes histéricas indicaban a los médicos el procedimiento más adecuado para alcanzar la cura, en el caso de Anna, fue ella misma la que fijó su propio programa para llevar a cabo la terapia, induciendo la aparición del estado auto hipnótico y arreglándoselas para identificar las causas de sus síntomas por medio de un procedimiento que denominó cura de charlas
Para Freud la mente tiene tres subsistemas: el consciente o lo que estamos pensando, el preconsciente que es lo que no hay en el consciente, pero en cualquier momento puede estarlo y el inconsciente que se encuentra oculto y nuestra mente no permite que aflore, sólo sale a través de los sueños, de los errores que cometemos sin querer, de las asociaciones libres o bajo hipnosis. Dijo que los procesos psíquicos son en sí mismo inconscientes y que los procesos conscientes no son sino actos aislados o fracciones de la vida anímica total. Esta afirmación está relacionada con el segundo principio donde determinados impulsos instintivos los clasifica de impulsos sexuales. Según Freud la libido es la fuerza impulsiva que representa la pulsion sexual, la energía relacionada con todas las emociones que denominamos con el término amor. La evolución de la libido en el hombre pasa por cuatro fases desde su nacimiento: oral, sádica, anal y fálica.
Otro esquema mental que describe Freud es a partir de tres instancias denominadas Ello, Yo y Super-Yo. De todas ellas, la parte más profunda de la psique es el Ello, en el cual radica todo lo heredado, los impulsos instintivos y predomina el "principio del placer". Es inconsciente en su totalidad. El Yo es el "principio de realidad", es consciente y tiene la función de la comprobación de la realidad, así como la regulación y control de los deseos e impulsos provenientes del Ello. Más adelante, el Yo da lugar al nacimiento del Super-Yo, que es el representante interior de la autoridad y normas de los padres, así como de la educación recibida y de la sociedad en general, tiene un campo inconsciente con algo consciente.
Estos tópicos aun siguen siendo estudiados y ampliados por los psicólogos.
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